viernes, 6 de julio de 2012

Hoy exijo un ejemplo



Me he resistido a hablar de política en este espacio. Lo he hecho desde cuando inicié Entre locos y Garabatos, aún siendo, junto con el cine y la literatura, una de las pasiones que mueven mi vida. Sin embargo, hoy voy a permitirme una excepción.

Daniel Miranda, un joven poeta y compañero mío del Centro Literario Xavier Villaurrutia a quien admiro por la dedicación que le imprime a cada uno de sus versos y por su valiente decisión de abandonar todo, absolutamente todo, por sus letras, ha decidido retirarme la palabra.

¿Por qué? Porque me considera priísta.

Esa sospecha le ha sido suficiente razón para insultarme: “¿Ya fuiste a Soriana a cobrar lo de tu voto, vendido?” Me rio, pretendo no haberlo escuchado. En el transcurso de la semana me ha escrito mensajes en tono de amenaza como si las irregularidades hubieran sido orquestradas por quien hoy les escribe. Aquí, uno de ellos: “El pueblo votó y Peña no ganó. Si no hay solución, habrá revolución. Entiéndanlo ya, no habrá imposición." Mi respuesta, el silencio. El respeto, perdido.

Lo peor de todo es que nuestro caso, el de Daniel y el mío, no es único; es a escala nacional. Ciudadanos se declaran enemigos los unos a los otros sin si quiera detenerse a escuchar al prójimo. Se emiten juicios sin sustento. No hay diálogo, sólo monólogos. Pulula odio generando más de él, diferencias entre unos cuantos provocan indiferencia en muchos.

El resultado, un país dividido.

Tan preocupante es una barrera entre dos naciones como las millones de barricadas aislando a quienes comparten una identidad, centenares de problemáticas, una insignia sobre un pasaporte.

Señora Josefina Vázquez Mota, señores Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Ricardo Quadri de la Torre, hoy exijo un ejemplo de unidad de la clase política. Les pido que hagan a un lado sus posturas partidistas, las pugnas. Construyan, avancen, expulsen la parálisis; instauren armonía. 


Trabajen por algo más grande, por México.

De este modo, quizá, Daniel y yo, volvamos a ser amigos algún día.

4 comentarios:

  1. Te felicito! Extraordinario texto, además de que como bien comentas, ¿cuantos de nosotros no nos hemos enemistado ocn alguien por nuestra opinión pólitica? Saludos

    ResponderEliminar
  2. Estoy de Acuerdo con lo que escribió Anónimo y aunque yo no tengo partido de preferencia y odio la pólitica se me hace patetico que la gente se distancie por ideólogas (reales o ficticias) que son creadas por candidatos para su propio beneficio, en fin eso creo muy buen blog Francisco.

    ResponderEliminar
  3. Todavía crees en los Santos Reyes!!

    ResponderEliminar